El uso de criptomonedas está cambiando la forma de ver la banca tradicional y el mundo financiero.
En los últimos años, gracias al avance de la tecnología, las redes sociales y la vida en el mundo digital; miles de soluciones han surgido para facilitar la vida de las personas; y algunas otras, para ayudarnos a conectarnos a este mundo tecnológico, como sucede con las criptomonedas.
En Centroamérica, existen países que ya están adoptando a las criptomonedas como un valor de cambio más allá del mundo digital. El Salvador es uno de los pioneros en la región de empezar a adoptar este tipo de tecnología, pero ¿Cómo podemos entender mejor estas nuevas herramientas financieras?
Las cripto son monedas digitales que solo existen de manera electrónica, las más conocidas en el mundo son las Bitcoins y el uso que normalmente se les da es para hacer pagos digitales, comprar activos como NFT’s e incluso como una inversión, debido al alto valor que estas tienen. Funcionan por medio de métodos criptográficos que aseguran las transacciones financieras, controlan la creación de nuevas y verifican la transferencia de las mismas.
Una de sus principales características es que no están reguladas como las monedas tradicionales, es decir, que su valor no es determinado por empresas o gobiernos; lo que hace que sea variable y muy atractivo para las personas, pues la especulación que existe alrededor de ellas, puede hacer de un cripto algo sumamente cotizado. Sin embargo, esta variación hace que la inversión en ellas también sea un riesgo, pues así como puede subir su precio, también puede bajar considerablemente ya que su valor es extremadamente volátil y sensible. Muestra de ello lo dio el Bitcoin, que en noviembre del 2021 alcanzó su máximo histórico de 65 mil dólares por unidad, y un año después, apenas rondaba los 16 mil dólares.
Otra de las cosas que debes conocer sobre las criptomonedas es su fabricación, pues se construyen a través de nodos descentralizados de computadoras; los cuales son operados por mineros alrededor del mundo; estas cadenas son conocidas como blockchains y están enlazadas y aseguradas por el uso de criptografía, gracias a sus diferentes localizaciones, la posible destrucción de estas cadenas, y por consiguiente las crypto, es casi imposible.
Cada criptomoneda tiene un algoritmo propio, de hecho, tienen producción limitada a diferencia de las monedas tradicionales, lo que hace que su valor se conserve o incluso genere más con el paso del tiempo, presionando a la demanda por su oferta limitada. La forma más sencilla de adquirirlas es a través de wallets y apps que permiten cambiar dólares o euros por una criptomoneda, donde también puedes almacenarlos o intercambiarlos.
Las transacciones digitales ya son una realidad, y el uso de las criptomonedas será sin duda algo de lo que seguiremos hablando durante los próximos 10 años. Si quieres conocer más sobre cómo tu empresa puede entrar en este tipo de herramientas, acércate a nuestros asesores y da el siguiente paso a la era digital.